Corazón Pelado.

Debutó hace ya más de 18 años, una tarde de febrero de 1992 bajo la sombra del negro Leonardo Astrada. Luchó durante años hasta ganarse un lugar junto al negro, tirado a la derecha. Allí la rompió y terminó su primera etapa en el club de sus amores.
Recuerdo aquella jugada en la cual quedó una pelota muerta en el círculo central, él la tomó, salió en velocidad hacia el arco rival, esquivó un jugador contrario y ante la salida de un defensor, pateó al arco para que, rebote incluido, la pelota se colara en el arco del equipo chileno y su equipo se clasificara finalista de la copa. Ese es su sello.
Y después se fue. Pasó por Sevilla, Lazio, Parma, Inter y Brescia hasta pegar la vuelta a la Argentina. Estuvo a punto de fichar para River Plate e Independiente. Las nefastas propuestas dirigenciales hicieron que acusara “inseguridad” y terminara jugando en Quilmes. Luego se retiró. Según él no se había retirado. Siguió jugando al Showball junto a Maradona y otros ex jugadores. En 2007 se fue a Noruega y jugó 2 partidos. Jugó el Súper 8 entre veteranos. En la temporada 2008/2009 jugó cuatro partidos en Fénix. ¿Retirado? No parece.
Hace exactamente un año River Plate buscaba un volante central para reemplazar al titular, entonces lesionado. Y le ofrecieron el contrato a él. Mucha gente, me incluyo, se sorprendió ante su regreso debido a su “inactividad” en los 4 años anteriores.
Pero volvió el guerrero. Caudillo y referencia en la mitad de la cancha durante la temporada 2009/2010 en la cual jugó 32 partidos. Al terminar la temporada dijo “Si en River ya no me quieren, me lo pueden decir tranquilamente. No me gustaría quedarme de lástima”. Pero se quedó, a pesar de que el DT le avisara de que iba a traer otros jugadores en su puesto. Se quedó porque siente que no puede dejar a su camiseta en el momento en que está pasando. Eso es amor.
Y empezó el apertura. Y el domingo pasado lo vi. Hoy también lo vi. Y le digo gracias. Gracias por correr hasta la última. Esa que hoy le sacaste de los pies al rival para que Arano la termine de reventar y ganáramos con 10. Ese es su sello, sigue siendo su sello.
¡Todo por Amor! Eso es lo que uno percibe al verlo correr por la mitad de la cancha, de un lateral al otro, siguiendo al volante derecho o izquierdo cuando el lateral de su equipo se fue al ataque y no llegó a volver. Eso es lo que se percibe cuando los arenga a los pibes que juegan por las bandas para que corran y dejen todo por esa camiseta. Y todo con 36.
Gracias. Gracias por amar la camiseta como pocos. Gracias por cagarme y a los 36 rendir como aquel pibe que nos hizo levantar para gritar “bieeeeen” ante cada barrida. Porque hoy cuando robaste esa última pelota, lo volví a gritar en el Ducó. Porque como vos hay pocos. Gracias Matías. Simplemente gracias.

Jack.