Podrían haber elegido cualquier figura, objeto u otro animal, pero decidieron autodenominarse Leonas, ningún otro apodo podría adaptarse con tal perfección a este equipo. La garra leonina de Noel Barrionuevo, la entrega de Rosario Luchetti, Sole Garcia, como la de todo este grupo para defender la celeste y blanca con uñas y dientes, junto con la destreza para el ataque de Luciana Aymar son claros ejemplos de que el
traje de Leonas les queda pintado.
En pleno proceso de renovación el hockey femenino nos sigue dando satisfacciones, fruto del esfuerzo y riqueza técnica de este grupo de mujeres que han hecho del espíritu de grupo su mejor herramienta para cosechar tantos logros.
Todavía falta un paso para colgarse otra medalla dorada, pero de todas formas, y sin importar el resultado contra Holanda, las Leonas siguen escribiendo con la mejor tinta páginas llenas de gloria en el libro del deporte Argentino.
BURNER.
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