Escuchando el domingo pasado una entrevista que le hicieron en el programa “Despertate” al profe Signorini, resurgió en mí una pregunta que desde hace tiempo me hago: ¿Cuándo va a ser el día en que la dirigencia deportiva y política de este país se dignen a realizar un proyecto serio y a largo plazo para sustentar el deporte argentino?
Desde hace años que cada juego olímpico vemos a deportistas argentinos haciendo esfuerzos sobrehumanos para conseguir dinero para su preparación y equipamiento necesario. Todo ese tiempo perdido, en vez de usarlo para mejorar su preparación técnica y psíquica. A pesar de todo, siempre muchos de ellos se destacan y ponen bien en alto el nombre y la bandera de nuestro país.
No creo que la única opción sea incorporar un impuesto (a la telefonía celular) del cual recaudar fondos para los deportistas, ni tampoco crear un Ministerio de Deportes al estilo francés (aunque vendría bien el dinero que se maneja en un ministerio). Usted me podría interpelar expresando que las prioridades del país pasan por otras cuestiones: salud, educación y seguridad, y que hablar de dinero destinados a los deportistas parecería tonto comparándolo con éstas. Yo le digo que en parte tiene razón pero en parte me reservo discrepar. Un país se forja desde varios ángulos y desde varias perspectivas. Posibilitarles a los niños de que conozcan varios deportes, de que se diviertan, de dedicarse y esforzarse por ir mejorando y creciendo día a día. Hacer deporte te permite conocer ámbitos diversos y te inculca muchos valores; si un joven es bien orientado, estoy convencido que se puede ser una mejor persona.
De esos niños pasamos a aquellas personas que han dedicado toda su vida al deporte que los apasiona. Este país es mucho más que fútbol; más que los últimos destacados voley, tenis, básquet, hockey o rugby. En todo nuestro territorio hay personas que antes o después de sus trabajos y/o estudios, se sacrifican día a día para intentar destacarse en handball, ciclismo, atletismo, natación, waterpolo, judo, karate, boxeo, ajedrez, tenis de mesa, yachting. Podría estar así todo el día. Gracias a personas que se esfuerzan y otras que los ayudan, muchos logran llegar a un mundial, panamericano y/o juego olímpico.
¿Por qué no intentar que esos deportistas se preocupen en entrenar? ¿Por qué no invertir de manera eficiente dinero para que esas personas intenten ser mejores hombres y mujeres? ¿Por qué no invertir bien en deporte? Que la plata se la lleven dirigentes o personas vinculadas a ellos no es invertirla de buena manera. Lograr que los deportistas sólo se vayan del país a perfeccionarse, mejorar el nivel de las diferentes ligas de nuestro país, construir campos deportivos en todo el país, capacitar a los profesores/directores técnicos, es invertirlo de buena manera. Vuelvo sobre mis anteriores palabras. El deporte no es la primera y más importante cuestión a solucionar en este país, pero quien haya practicado o jugado cualquier deporte, sabe lo bueno que es para uno.
El cambio va por muchos lados, empezar por el deporte puede ser un gran inicio.
PETO
Desde hace años que cada juego olímpico vemos a deportistas argentinos haciendo esfuerzos sobrehumanos para conseguir dinero para su preparación y equipamiento necesario. Todo ese tiempo perdido, en vez de usarlo para mejorar su preparación técnica y psíquica. A pesar de todo, siempre muchos de ellos se destacan y ponen bien en alto el nombre y la bandera de nuestro país.
No creo que la única opción sea incorporar un impuesto (a la telefonía celular) del cual recaudar fondos para los deportistas, ni tampoco crear un Ministerio de Deportes al estilo francés (aunque vendría bien el dinero que se maneja en un ministerio). Usted me podría interpelar expresando que las prioridades del país pasan por otras cuestiones: salud, educación y seguridad, y que hablar de dinero destinados a los deportistas parecería tonto comparándolo con éstas. Yo le digo que en parte tiene razón pero en parte me reservo discrepar. Un país se forja desde varios ángulos y desde varias perspectivas. Posibilitarles a los niños de que conozcan varios deportes, de que se diviertan, de dedicarse y esforzarse por ir mejorando y creciendo día a día. Hacer deporte te permite conocer ámbitos diversos y te inculca muchos valores; si un joven es bien orientado, estoy convencido que se puede ser una mejor persona.
De esos niños pasamos a aquellas personas que han dedicado toda su vida al deporte que los apasiona. Este país es mucho más que fútbol; más que los últimos destacados voley, tenis, básquet, hockey o rugby. En todo nuestro territorio hay personas que antes o después de sus trabajos y/o estudios, se sacrifican día a día para intentar destacarse en handball, ciclismo, atletismo, natación, waterpolo, judo, karate, boxeo, ajedrez, tenis de mesa, yachting. Podría estar así todo el día. Gracias a personas que se esfuerzan y otras que los ayudan, muchos logran llegar a un mundial, panamericano y/o juego olímpico.
¿Por qué no intentar que esos deportistas se preocupen en entrenar? ¿Por qué no invertir de manera eficiente dinero para que esas personas intenten ser mejores hombres y mujeres? ¿Por qué no invertir bien en deporte? Que la plata se la lleven dirigentes o personas vinculadas a ellos no es invertirla de buena manera. Lograr que los deportistas sólo se vayan del país a perfeccionarse, mejorar el nivel de las diferentes ligas de nuestro país, construir campos deportivos en todo el país, capacitar a los profesores/directores técnicos, es invertirlo de buena manera. Vuelvo sobre mis anteriores palabras. El deporte no es la primera y más importante cuestión a solucionar en este país, pero quien haya practicado o jugado cualquier deporte, sabe lo bueno que es para uno.
El cambio va por muchos lados, empezar por el deporte puede ser un gran inicio.
PETO
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