Con estos días de ola polar podría ser ésta una nota sobre las bajas temperaturas que acechan todo el país, pero no lo es. Esta nota tiene como eje al (ex) número 10 del Club Atlético Boca Juniors.
Juan Román Riquelme habló el viernes en la radio después de tantas cosas que se dijeron y un extenso silencio de ambos lados. Expreso que la dirigencia del club de la rivera no lo llama, decenas de clubes piden sus servicios y él sigue esperando una respuesta; parecería ser que hay un año de diferencia entre un contrato y otro.
Román no es aquél 10 que brilló en tiempos de Bianchi pero eso no opaca, a los ojos de la mayoría de los hinchas xeneizes, su condición de ídolo del club de sus amores. Él dice que puede jugar cuatro (4) años más y a buen nivel, yo me permito dudar: este Román no es aquél, es distinto, juega cuando quiere y al ritmo que quiere. Es un distinto y nadie lo va a poner en tela de juicio, pero no le sirve al club que un jugador de esta categoría no juegue al 100% todos los partidos. Boca necesita un cambio y pienso que JR no ayuda… este es el momento indicado para dar el puntapié inicial.
Hay algo en que Román tiene razón: la dirigencia de Boca no se juega, no lo llama, no dice nada; sólo hay trascendidos. Desde esta humilde posición pienso que Amor Ameal no quiere pagar políticamente el dejar ir a otro ídolo, un héroe del club; esta en la espera de que el equipo del bichi borghi se aceite y la hinchada ya no piense tanto en el 10.
Todas las cartas no están en la mesa. Habrá que esperar los movimientos de cada uno y ver si tienen un ancho o se van al mazo.
Juan Román Riquelme habló el viernes en la radio después de tantas cosas que se dijeron y un extenso silencio de ambos lados. Expreso que la dirigencia del club de la rivera no lo llama, decenas de clubes piden sus servicios y él sigue esperando una respuesta; parecería ser que hay un año de diferencia entre un contrato y otro.
Román no es aquél 10 que brilló en tiempos de Bianchi pero eso no opaca, a los ojos de la mayoría de los hinchas xeneizes, su condición de ídolo del club de sus amores. Él dice que puede jugar cuatro (4) años más y a buen nivel, yo me permito dudar: este Román no es aquél, es distinto, juega cuando quiere y al ritmo que quiere. Es un distinto y nadie lo va a poner en tela de juicio, pero no le sirve al club que un jugador de esta categoría no juegue al 100% todos los partidos. Boca necesita un cambio y pienso que JR no ayuda… este es el momento indicado para dar el puntapié inicial.
Hay algo en que Román tiene razón: la dirigencia de Boca no se juega, no lo llama, no dice nada; sólo hay trascendidos. Desde esta humilde posición pienso que Amor Ameal no quiere pagar políticamente el dejar ir a otro ídolo, un héroe del club; esta en la espera de que el equipo del bichi borghi se aceite y la hinchada ya no piense tanto en el 10.
Todas las cartas no están en la mesa. Habrá que esperar los movimientos de cada uno y ver si tienen un ancho o se van al mazo.
PETO.
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